Diseño Gráfico y sus tendencias para potenciar el estilo
El diseño gráfico tiene nuevos rumbos por delante, y así lo reconoce el sitio 99designs, cuyo artículo resalta las tendencias más inspiradoras en este campo para 2019.
En principio, el texto destaca el diseño 3D y la tipografía, elementos cada vez más presentes en la vida diaria y provocan tocarlos aunque realmente no se pueda. Además, las fuentes bold, skinny, sans-serif o cualquier otra son capaces de verse bien en ese entorno. Así, forman un conjunto que otorga hiperrealismo.
Luego, las capas asimétricas brindan mayor movimiento y fuerza al romper la clásica grilla. Al ojo le llama la atención este tipo de "desvío"; lo siente más vivo tanto en sitios web como en productos y apps. Pero ello también se puede conjugar con los conceptos del art déco: sí, el movimiento de los años 20 y 30 vuelve para aportar su intensa simetría y su lujo en logos y tipografía (por ejemplo, las sans-serifs son cada vez más estrechas y largas).
Pero no solo el art déco hace su retorno, sino también el arte de mitad del siglo XX, con sus ilustraciones y elementos vintage y modernos. Tanto el trabajo impreso como los sitios web se beneficiarán de ello en 2019. Asimismo, podrán sumar los duotonos y gradientes, ítems que apuntan a unirse en una gran apuesta. ¿Y se les añade algo más? Sí, e irónicamente va en contra de lo anterior: hay tonos cálidos que auspician un viaje al pasado, a cámaras de fotos que no lograban capturar la saturación de los colores. El neón ya pasó de moda, ahora es turno de un poco de negro para otra vuelta de tuerca retro.
Por otro lado, las ilustraciones personalizadas -inspiradas en elementos naturales- son otro punto central, con su aplicación en diseños de packaging y un aspecto más femenino. Su lugar está entre el maximalismo y la simplicidad. Esto se conjuga con la tipografía serif, que quiere dominar el año con un gran rango de diversidad para relegar un poco a las sans-serifs y las fuentes dibujadas a mano.
Las composiciones abiertas también quieren relegar a su contraparte por medio de trazos que dejen algo a la imaginación. El concepto abraza el espacio en blaco y trata de evitar las jerarquías. Todo se ve suelto, como si pudiera flotar. Sin embargo, la ubicación de cada objeto no es azarosa, por lo que esta tendencia requiere de una mano experta.
Finalmente, el diseño isométrico crea universos enteros en pequeñísimos espacios. Se trata de dibujar un elemento 3D en dos dimensiones, lo cual llega a íconos que se tornan más cálidos, superan al diseño plano y sumergen al usuario. Además, como requieren menos sitio de almacenamiento, son muy prácticos, clave para el devenir de 2019.
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